domingo, 25 de mayo de 2014

Muchas gracias

Quiero agradecer a mucha gente el apoyo que me ha transmitido durante los últimos meses.

-Mamá y papá: os quiero mucho. Gracias por todo vuestro apoyo. Sois un ejemplo a seguir para mí.
-Belén: eres la hermana que todo el mundo quisiera tener, a pesar de nuestras peleas. No imagino mi vida sin ti. Eres lo que más quiero en este mundo.
-Iris: gracias por todo tu apoyo. Eres increíble, y una prima maravillosa y ejemplar.
-Celeste y María: sois unas amigas maravillosas y muy importantes para mí. Gracias por todo vuestro apoyo y cariño.
-Irene: gracias por aguantar todas mis lloreras y querer ayudarme en todo momento. No se cómo podré agradecértelo.
-Raúl: que eres un grande tío. Que me apoyas y te preocupas por mí, y yo no soy capaz ni de darte las gracias. Eres el amigo más fiel y leal que uno puede tener.
-Rebeca: eres realmente la persona que todos deseamos ser. Sin tus risas no habría sido capaz de superar este duro camino. Te quiero.
-Marlene: qué puedo decir de ti. No hay día en el que no quieras ayudarme en cualquier problema que tenga. Ni viviendo cien vidas podría hacer tanto por ti como tu has hecho por mí.
-Jose: te conozco desde que tengo uso de razón. Siempre me has apoyado y defendido en todo. Ojalá todo
el mundo tuviese a alguien como tú a su lado. Eres muy grande.
-Eva: gracias por preocuparte por mí. Eres una buena amiga y te tengo mucho cariño.
-Almu, Ana, Thais y Mónica: sois increíbles, de verdad. Perdonadme por todas esas veces que me he enfadado con vosotras. Lo único que queríais era ayudarme. Lo siento. Os quiero mucho.
-Eneritz: desde luego no se que hacer contigo. Incluso diciéndote que no me pasa nada insistes hasta que te cuento mis problemas e intentas ayudarme. Eres magnífica.
-Aroa y Nerea: mis primis, que se que me queréis porque me lo demostráis muchas veces. Pero yo os quiero más, aunque no lo demuestre tanto.
-Michelle, María y Carmen: mis pequeñas, no se que haría sin vosotras. Siempre preocupándoos por mí y dándome cariño. Sois un amor.
-Yasir: a pesar de conocerte de hace poco, has hecho por mí más que mucha gente que conozco de hace mucho tiempo. Te quiero tío.
-Martin: gracias por las sonrisas que me sacas y por ser tan extraordinario. Espero conocerte pronto en persona, eres increíble.
-Carla y Francis: os conozco de hace nada, pero nada más que me conocisteis me disteis vuestro apoyo y cariño. Eso no se me va a olvidar nunca. Os quiero a los dos.
-Iker y Víctor: sois increíbles. Me ayudáis y me aconsejais en todo. Os considero ya como mis dos hermanos mayores. Muchas gracias.
-Pablo, Isa, Elena y Paula: os quiero mucho. Gracias por todo vuestro apoyo y por hacer que siempre me sienta bien.

A todos aquellos que no he mencionado. No creáis que me olvido de vosotros, pero si me pongo a agradecer a todas las personas que me quieren y apoyan no acabaría nunca. Todos vosotros sois la razón por la que sigo adelante y no me doy por vencido. Sin vosotros la vid no tendría sentido. Os llevo en lo más profundo de mi corazón.



lunes, 19 de mayo de 2014

Mi mejor amiga

Hola. Perdón por la tardanza. Mucha gente estaba ya: escribe en tu blog que hace mucho que no escribes...
Bueno, ya sabéis como es la vida del estudiante, muy ajetreada. Pero aquí estoy. Hoy voy a hablar sobre algo que me emocionó mucho. Sobre mi mejor amiga y yo.

Nos conocimos hace dos años, gracias a una página de Tuenti sobre Harry Potter. Empezamos a hablar un poco y tal. Cuando vimos que cogíamos más confianza pues nos dimos el Facebook y empezamos a hablar todas las semanas. Cuanto más hablábamos descubríamos que teníamos más cosas en común. Empezamos a mandarnos cartas todos los meses. Parece algo absurdo con tanta tecnología, pero nos hacía mucha ilusión. Nos dimos los teléfonos también, y nos llamábamos una vez a la semana. Pasaba el tiempo y nos íbamos cogiendo más cariño. Yo quería estar con ella y ella conmigo, pero los kilómetros que nos separaban eran casi mil. Y lo digo de verdad, porque vive justo a la otra punta del país.
Pero un día su madre me dio una noticia increíble: me dijo que iban a venir a visitarme. Yo me quedé anonadado, no me lo podía creer. Y lo más fuerte es que ella no sabía nada. Sus padres la iban a traer engañada, pensando que iba a ir con ellos a Galicia. Pasaban los meses y yo me ponía cada día más nervioso. Y justo cuando quedaban sólo dos semanas para que viniesen, me di cuenta de que el mismo día que llegaban yo estaba en Madrid de excursión.
Total que cuando llegaron conocieron a mis padres y a mi hermana, y ellos les dijeron que me verían al día siguiente porque yo iba a llegar de madrugada de la excursión. Pues bien, esta vez la sorpresa me la llevé yo, porque cuando llegué a casa a las cinco de la mañana después de la excursión, llamé a la puerta de casa. Pero no fue mi madre quien abrió la puerta, sino mi mejor amiga. Por un instante mi corazón se paralizó. Milésimas de segundo después, corrí a abrazarla, y no pude resistir que cayesen unas lagrimitas de felicidad por mis mejillas.
Pasamos cuatro días maravillosos. Al principio estaba tan nervioso que no me salían las palabras, pero los dos últimos días hablamos mucho. Lo peor llegó el día que se tenían que ir. Mis padres y yo les llevamos hasta la estación. Yo había prometido no llorar, pero me fue imposible. Cuando se tenían que montar en el tren nos despedimos con un fuerte abrazo y lágrimas en los ojos. Luego sonreímos, porque comprendimos que aquello no era un "adiós" sino un "hasta luego".