Buenos días lectores. Como hace unas semanas que no escribía nada, hoy vengo con algo bastante interesante. Quería hablar del feminismo, ya que últimamente este término está siendo muy castigado injustamente. Y no podría hacerlo de no ser por la ayuda de Laura Graña, a quien le he formulado una serie de preguntas que ella ha respondido amablemente. Esta entrada es bastante larga, pero vale la pena leerla.
1-¿Qué diferencias hay entre feminismo y hembrismo?
"El feminismo es un conjunto de
movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que tienen como
objetivo la reivindicación de los derechos femeninos así como cuestionar la
dominación y la violencia de los varones sobre las mujeres y la asignación de
roles sociales según el género."
"Hembrismo es un neologismo en español
usado para referirse a la misandria o desprecio a los hombres."
Hagamos hincapié en el hecho de que mientras el feminismo es un
"conjunto de movimientos", el hembrismo no es más que un
"neologismo". No es real. El machismo es un sistema de violencia,
desigualdad y dominación que es posible gracias a que existe una cosa llamada
género. Hacer creer, mediante la
palabra hembrismo, que existe un sistema equivalente al machismo, supone
ignorar la sociedad machista en la que vivimos y cómo el patriarcado ha
ejercido históricamente control sobre las mujeres, ya sea a través de las
leyes, las religiones, la economía o la violencia.
Y, por supuesto que existen
mujeres que odian a los hombres, y que piensen que las mujeres son superiores, pero para que podamos
hablar de –ismo, tenemos que poder referirnos a gente organizada en un
movimiento con una actividad real, no a personas particulares con ideas
particulares.
Así, pues, mientras el feminismo busca el reconocimiento para la mujer
de unas capacidades y unos derechos que siempre han sido para los hombres, el
hembrismo no puede buscar nada ya que no existe. El machismo no existe porque
haya algunos tipos que son machistas. Existe porque la cultura cuenta ese
cuento sobre qué es ser hombre o mujer, un cuento que justifica, normaliza y
promueve la dominación, la desigualdad, la violación y el maltrato. Y la
cultura no son simplemente ideas que la gente tiene, no. Lo es todo, desde las
películas que vemos hasta los refranes y la ropa, pasando por la manera que
tenemos de sentarnos, saludar o hablar. La cultura lo es todo. Es nuestra vida,
nuestra atmósfera. Nuestro mundo.
Y, pese a que al hembrismo, repito, no existe, algunas personas,
hombres, en su grandísima mayoría, utilizan este término para referirse a las
feministas, quizá porque tengan miedo de que les queramos hacer lo mismo que
los hombres nos han estado haciendo. Nada más lejos de la realidad.
2-¿Una mujer que no es feminista, es una mujer que no se respeta?
Pienso que por ley de la naturaleza, una mujer está "obligada"
a ser feminista. Una mujer que no es feminista sería tan absurdo como un rey
que no es monárquico.
Pero no creo que sea correcto decir que una mujer que no es feminista,
es una mujer que no se respeta, ya que realmente nos han criado en una sociedad
donde no hay feminismo. Nos crían para que seamos voluntariamente machistas:
las niñas somos educadas con la idea de que nuestro carácter es opuesto al de
los niños. Nos enseñan a no tener iniciativa, a someternos y a consentir en la
voluntad de los demás. Entonces ser el sexo "débil" se convierte en
algo cotidiano y real. No creo que esa mujer "no feminista" crea que
es menos que un hombre, pero seguro que piensa que una mujer no debe
comportarse de cierta manera, llevar cierta ropa, hacer ciertos trabajos, o
salir con ciertas personas en ciertos lugares. ¿Es su culpa ser así? Ella
piensa de la manera en la que le han dicho que debe pensar, así que no es raro
que tenga esos ideales machistas, puesto que ha crecido con ellos. ¿Por qué,
entonces, hay mujeres que sí son feministas? Porque ser feminista es darse
cuenta de lo que pasa y no quedarse de brazos cruzados. Como mujer feminista
que soy, entiendo que los hombres y las mujeres somos biológicamente
diferentes, pero nada más, ahí terminan nuestras diferencias. Y darse cuenta de
esto y, actuar, es lo que te convierte en feminista. Pero hay que abrir los
ojos primero, o, más que abrirlos, hay que quitarse la "venda
patriarcal" que no nos deja ver la realidad de la situación, que nosotras
no hemos cerrado los ojos por voluntad propia. Una vez con los ojos abiertos,
hay que recurrir a la metáfora de las gafas violetas, gafas que utilizaron las
feministas para dejar de ser miopes, y que sirven para ver las injusticias y
una vez descubiertas, nombrarlas. Una vez puestas las gafas, se ve claro que no
hay razones naturales que justifiquen la desigual distribución de poder entre
hombres y mujeres.
Personalmente, cada vez que veo una mujer que no se considera feminista,
siento mucha lástima, ya que si las propias mujeres, si las propias oprimidas,
no se dan cuenta de lo que pasa, ¿cómo esperamos que lo hagan los demás? Si las
mujeres no luchan, ¿cómo esperamos que lo hagan los hombres, los cuales son los
beneficiados de todo esto? Esta es nuestra lucha, y es necesariamente
imprescindible que formemos parte de ella.
3-¿Crees que las manifestaciones por el sufragio femenino a principios del siglo XX marcaron un antes y un después en la historia del feminismo?
Por supuesto. El sufragismo fue un movimiento épico donde las mujeres
demostraron su capacidad y su paciencia. El sufragismo se vio obligado a
intervenir en política desde fuera, llamando la atención sobre su causa y con
vocación de no violencia. Como eso no dio mucho resultado, tuvieron que ensayar
y probar nuevas formas de protesta. Las sufragistas acertaron. Manifestaciones,
interrupción de oradores mediante preguntas sistemáticas, huelga de hambre,
autoencadenamiento, tirada de panfletos reivindicativos... Todos estos fueron
sus métodos habituales. El sufragismo innovó las formas de agitación e inventó
la lucha pacífica que luego siguieron movimientos políticos posteriores.
Con el sufragismo, el feminismo aparece, por primera vez, como un
movimiento social de carácter internacional, con una identidad autónoma
teórica y organizativa. (Además, ocupó un lugar importante en otros grandes
movimientos sociales, los diferentes socialismos y el anarquismo).
En cuanto a igualdad se refiere, el feminismo plantea la igualdad entre hombres y mujeres, pero nunca la igualdad con los hombres, porque eso implicaría aceptar el modelo masculino. No es "igualarnos" para incluirnos también en un mundo patriarcal que, de hecho, es lo mínimo que se debería hacer. Es tener en cuenta las diferencias entre ambos sexos y que las mujeres se empoderen en base a sí mismas y no a otros hombres, que al fin y al cabo es lo que significa la "igualdad", pues es una igualdad en base a lo ya construido. Porque... hombres y mujeres no son iguales, y adaptarte e igualarse no quiere decir que se estén teniendo en cuenta las necesidades y problemáticas de ambos sexos, solo de uno, mientras que el otro "se adapta" al mundo previamente construido y adaptado a las necesidades de ese uno. Simplemente que es necesario ese reconocimiento de la mujer, no como igual al varón, sino como un ser completo como tal por sí mismo ya lo es el hombre, y para ello es necesario cambiar las reglas del juego y no igualarlas mientras seguimos jugando dentro del patriarcado. A cerca de la foto, creo que en vez de justicia, deberíamos llamarlo equidad, pues justicia significa "dar a cada uno lo que le pertenece o lo que le corresponde", y a los hombres ya les ha pertenecido y correspondido mucho, sin embargo equidad significa "dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones". Me parece más acertado esta última.
5-¿Qué harías para intentar concienciar a la gente de que el feminismo es necesario?
Para empezar les aclararía que feminismo NO ES LO CONTRARIO
DE MACHISMO, una vez explicada y comprendida la diferencia (que parece que esta
palabra siempre asusta), explicaría las injusticias y desigualdades que las
mujeres tienen que vivir por el simple hecho de haber nacido mujer, seguramente
con ejemplos cotidianos. Lo malo de estos ejemplos cotidianos, es que son cosas
normales, y como tal, nos hemos acostumbrado a ellas y no somos capaces de ver
el machismo por ningún lado, pero está ahí.
Mucha gente dice que ya hay igualdad entre hombres y
mujeres. Pienso que para entender la necesidad del feminismo, debemos
comprender que hay cuatro conceptos claves: patriarcado, género, androcentrismo
y sexismo. Y si la gente no entiende que estos son conceptos reales, poco vamos
a hacer.
Muchas otras personas nos llaman radicales, pero el
radicalismo de ayer se convierte en el sentido común de hoy. Que unas locas
radicales quisieran poder votar, era algo indispensable hace algunos años (no
tantos), pero a día de hoy, que las mujeres voten (en ciertos países) es lo más
normal del mundo.
Sé que no puedo intentar convencer a nadie de que el
machismo es un problema real. Si una persona tiene ya algo metido en la cabeza,
es muy difícil hacerle cambiar de opinión y explicar el problema y dar
argumentos es como hablar con la pared (o incluso peor porque la pared no te
responde llamándote feminazi). Así que, solo espero que la gente abra los ojos,
se ponga las gafas violetas y vea la realidad de la situación y juntas y juntos
cambiemos esta deplorable sociedad.
Muchísimas gracias Laura por colaborar con tan grata aportación sobre el tema.
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