sábado, 24 de septiembre de 2016

El bosque de los muertos

Buenos días queridos lectores. Hoy no voy a hablar de temas de actualidad, aunque tengo muchas ideas en mente sobre diversos temas, pero hoy simplemente os voy a compartir uno de mis relatos. Varias personas llevan un tiempo diciéndome que lo publique en el blog, ya que gracias a él gané el concurso de relatos de mi instituto del curso 2015/2016. Así que nada, espero que os guste.

"Era una tarde de mayo inusual. El sol brillaba en lo alto, iluminando valles y praderas, que rebosaban del encanto primaveral que tanto me gustaba. Me decidí pues a dar un paseo por aquellos lares, lejos del contacto humano. Es curioso, pero la naturaleza me agradaba más que aquel pueblo lleno de máscaras hipócritas. Y, hasta aquel día, no supe cuánto puede conectar uno con la naturaleza.
Me adentré entonces en el bosque, con un poco de música como de costumbre. Pensé que tal vez un poco de Chopin alegraría a los animalillos que pudiese encontrarme. Y me sorprendí gratamente, pues una ardilla se me quedó mirando, en vez de huir asustada como hacían las demás. Se fue lentamente, que no corriendo, como insinuando que la siguiese, y así hice. La seguí hasta casi chocarme con un muro de piedra que pasaba desapercibido entre la maleza. La curiosidad me incitó a saltar aquel muro. Lo que vi tras él fue tan hermoso que me quedé perplejo durante unos instantes. Una pradera, tan verde que incluso podía percibirse el olor a hierba fresca con tan solo verla. Y a ambos lados de esta pradera, dos filas de árboles perfectamente alineados. Pensé en lo caprichosa que es a veces la naturaleza, pero esta vez me equivoqué. Aquellos árboles no estaban así por casualidad. En la corteza de cada árbol había una inscripción, junto con una fecha. Entonces me di cuenta de que aquello era un cementerio. El cementerio más bonito que había visto nunca.
Por las fechas de las inscripciones, deduje que la gente que estaba allí enterrada había vivido durante el siglo XVIII. Pero aquello no fue lo que más me sorprendió de las inscripciones, pues en ellas no había palabras de lamento o despedida. Comprendí entonces, que aquella gente no veía la muerte tan oscura y sombría como nosotros. Pues en sus epitafios no pretendían ser recordados, sino dar vida después de su muerte. Porque en ellos rebosaba tranquilidad y felicidad, no la angustia y el adiós que se refleja habitualmente. Hubo uno en particular que me llamó mucho la atención, decía así: No ames lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser. Me hizo reflexionar, y llegué a pensar que tal vez aquella persona dijo esas palabras justo antes de morir, como si quisiera expresar que su muerte daría vida al árbol que allí había plantado. Que amaría la forma en que su muerte sería transformada.
Mi forma de ver la vida cambió desde aquel día. Supe desde entonces que teníamos una conexión especial con la naturaleza, pero que muy pocos sabríamos apreciarla. Que lamentablemente el mundo actual estaba destruyendo el planeta que nos dio la vida, devorando a pasos agigantados paisajes, ríos y mares. No podía soportarlo, vivir en aquel mundo destructor. Así que, cuando llegué a una edad avanzada, escribí esta nota, para hacerle saber a aquel que la encuentre, que el árbol pequeñito que está en medio de ese valle, soy yo".

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Mitos o mentiras sobre la homosexualidad

Buenos días queridos lectores. Siento mucho haber estado inactivo casi dos meses, digamos que me he tomado un tiempo de vacaciones. Pero no os preocupéis, he vuelto, no os libráis de mi tan fácilmente.
Hoy vengo a desmentir ciertos comentario que veo casi a diario en las redes sociales, y que mucha gente pasa por alto, pero yo estoy ya un poco harto de tener que lidiar con ellos.
1. Se ha hecho homosexual: la homosexualidad, al igual que el resto de orientaciones sexuales, no se puede elegir. Se debe a un conjunto de factores biológicos y genéticos. Otra cosa es que descubras tu verdadera orientación a una edad avanzada, y la gente se piense que te has "cambiado de acera." Algo que les ocurre frecuentemente a los bisexuales, cuya orientación sexual es bastante castigada y casi peor vista que la homosexualidad en la sociedad.
2. Los homosexuales son promiscuos: en esta vida hay de todo. Hay homosexuales promiscuos, heterosexuales promiscuos, bisexuales promiscuos... La promiscuidad no tiene NADA que ver con la homosexualidad. Es algo tan lógico que no vale la pena seguir explicándolo.
3. El sida lo crearon los homosexuales: este tema es muy complejo, y voy a intentar simplificarlo. El sida no fue creado por ser ser humano, sino por unos simios genéticamente parecidos a nosotros, como todos sabréis. Esta enfermedad se transmitió al ser humano en África a principios del siglo XX. Esta enfermedad era poco conocida, hasta los años ochenta, cuando empezaron a investigar mejor sobre ella. Lo que suele dar a confusión es, que muchos de los casos de sida eran de homosexuales. ¿Por qué? Bueno, es una enfermedad de transmisión sexual, y en aquella época no había la información que hay ahora, con lo cual, la gente usaba los preservativos básicamente para que las mujeres no se quedasen embarazadas, esto quiere decir que los homosexuales practicaban sexo sin protección. Pero, después de toda la información que hemos tenido a cerca del VIH durante los últimos 30 años, la gente está más concienciada con el tema, y hay mucha más protección para practicar el sexo, no solo para que las mujeres no se queden embarazadas, sino también para no contagiar la enfermedad, y prevenirla. En definitiva, los homosexuales no tienen la culpa de la creación de dicha enfermedad.
4. Los homosexuales no pueden ser padres, un niño necesita un padre y una madre: esto obviamente no es verdad, casi se podría desmentir sin entrar en el ámbito homosexual, pues conozco niños que han sido bien criados y educados con solo un padre o una madre. ¿Por qué alguien no puede tener dos padres o dos madres? Un niño no necesita dos padres de sexos diferentes para educarse bien. Lo que necesita es cariño, amor y educación, y eso se lo pueden dar un padre y una madre, dos padres, dos madres, un padre o una madre. Y si aun así seguís sin creerme, podéis preguntarle a cualquier niño o niña con padres homosexuales si sus padres son malos o no le dan cariño. Que puede pasar, pero también hay muchísimos niños poco queridos por padres heterosexuales, así que es algo que no influye.
5. La homosexualidad es antinatural: ya he explicado antes de qué depende que una persona tenga una orientación sexual u otra. Yo creo que es razón suficiente para considerarlo algo natural. Lo que no es natural es la homofobia, rechazar a alguien por el hecho de haber nacido así. Los homosexuales NO ELIGEN serlo, los homófobos ELIGEN el odio. Por tanto, lo único antinatural que veo yo aquí es odiar a una persona por amar a otra.
Podría extenderme mucho más, o explicarme mucho mejor, pero si no no acabaría nunca. Espero haberme explicado con claridad, y que os haya gustado. Como siempre, he dado mi opinión sobre el tema, y lo he hecho de manera educada, si a alguien no le ha gustado que me lo haga saber.