lunes, 26 de octubre de 2015

Ni arte ni cultura, tortura

Buenos días queridos lectores. Llevo mucho tiempo queriendo hablar de esto, pero nunca me atrevía porque es un tema que suele acabar en conflicto la mayoría de las veces. Sin embargo, dada la situación actual en nuestro país, me he visto obligado a dar mi opinión sobre ello. Intentaré ser lo mas respetuoso posible, como siempre.
Veréis, yo soy un hombre de palabra, y tengo una serie de principios que nunca traicionaría, pero siempre hay excepciones. Yo respeto todo aunque no esté de acuerdo, como por ejemplo la religión. No es algo que me guste ni algo por lo que esté a favor, pero la respeto. Sin embargo, mi conciencia no me deja respetar esto, la tauromaquia. ¿Por qué? Bueno, la respuesta es más que evidente. Porque me parece una barbaridad y una salvajada que, en una sociedad supuesta mente avanzada, no sólo se torturen y humillen animales de ese modo, sino que encima se le premie a la gente por ello. Y es aquí donde comienza el debate y el conflicto.
He estado investigando a fondo sobre el tema, porque yo me tomo estas cosas muy en serio, y no soy de los que comentan sin saber. Y voy a destacar una serie de comentarios que suelen ser los más típicos, a los que recurre la gente taurina para justificar este acto:
-El toro no sufre: Bien, como he dicho antes, he estado investigando sobre el tema. Es cierto que en 2007 se hizo un estudio en la universidad veterinaria de Madrid, el cuál afirmaba que este animal no podía sufrir, o no del mismo modo que el resto de los animales. Sin embargo, poco después se demostró que esos estudios eran erróneos porque no se habían hecho correctamente. Para más información os dejo aquí un enlace http://ecosofia.org/2008/05/el_toro_si_sufre.html
-Es la fiesta nacional, es cultura: Vale, es verdad, antiguamente la tauromaquia se consideraba un arte, y por tanto era cultura. Pero las sociedades avanzan, o eso creía yo. Todos habréis oído hablar de la "Fiesta de Judas", en la que se apedrea y/o quema un muñeco. Pues bien, antiguamente esta fiesta también se celebraba. Pero no era un muñeco lo que se apedreaba, sino animales y personas. Como veis, esta tradición ha cambiado, pues ya no se apedrean personas. Y como este hay otros muchos ejemplos, de tradiciones y culturas que han avanzado. Creo que este país ya sufrió bastante en época de Franco, cuando muchos países europeos estaban avanzando notablemente, mientras España se mantenía al margen de innovaciones y demás. Pues no contentos con haber pasado tal calvario queremos conservar un acto tan salvaje como este, típico de la Edad Media, en vez de usar el sentido común. Porque hay muchos aspectos de la tauromaquia que no afectan al toro, y que yo respeto. Y cuando me refiero a avanzar civilizada mente en esto, pienso por ejemplo, que no se tiene por qué hacer daño al toro, ni matarlo. Simplemente que el torero toree hasta cansar al toro, o hasta que se crea oportuno, sin necesidad de hacer que el animal sufra.
-El torero es muy valiente al enfrentarse al toro: Para justificar esto no me hace falta investigar si quiera. Vamos a ver, voy a desmentir algo que mucha gente se niega a aceptar. El toro, en su naturaleza, es inofensivo. Lo digo porque mucha gente cree que es un animal peligroso. Y, es cierto, es peligroso, cuando se le provoca, como la mayoría de animales y personas. Ahora bien, me parece muy injusto que se le trate al torero de valiente. El torero se enfrenta a un animal indefenso, con un estoque. Por lo tanto ya juega con ventaja, pues el toro es incapaz de poseer un arma para atacar al torero, más allá de sus cuernos, los cuales están presentes en la naturaleza del animal. A diferencia del toro, el torero elige estar allí, y enfrentarse al pobre animal. Mientras el torero ataca, lo único que hace el toro es defenderse. En una pelea justa y valiente, ambos miembros eligen pelear, estar en igualdad de condiciones, y atacar. Con lo cuál, según mi opinión, el torero tiene más de cobarde que de valiente.
-Los toros dan trabajo a mucha gente: Es cierto, como cualquier otro oficio, da trabajo y dinero. Pero, en caso de que se suprimiera esta actividad, el dinero que se destinaba para los toros, se podría destinar para mejorar muchos aspectos de esta sociedad que lo necesitan, como la sanidad y la educación. Y darían más puestos de trabajo a profesores, enfermeros, médicos y demás personal cualificado. Es decir, que la tauromaquia de puestos de trabajo y dinero, no quiere decir que si se suprime, esos puestos de trabajo o ese dinero se pierda, sino que se puede aprovechar para mejorar el rendimiento del país en otros aspectos. Con lo cual, no es excusa.
Bueno, no quiero extenderme más de lo necesario, así que lo dejaré estar. He dado mi más sincera y educada opinión. Si alguna persona se ha sentido molesta u ofendida con mis palabras, yo le pido perdón, pero de momento este es un país libre, y yo sólo he aprovechado esa poca libertad que tengo, para expresarme y luchar a favor de unos seres que no pueden defenderse por sí mismos. Espero haber hecho reflexionar y recapacitar a más de una persona. Muchas gracias por haber leído esto, es muy importante para mi.

viernes, 9 de octubre de 2015

Lazos internacionales

Buenos días queridos lectores. Siento muchísimo la tardanza, entre temas personales y las clases no he tenido mucho tiempo para escribir. Pero no os preocupéis, os lo compensaré.
Hoy quería hablar de algo que llevo mucho tiempo pensando, un tema que significa mucho para mi. Veréis, últimamente he oído cosas que dice la gente común, que son demasiado despectivas, hacia gente de otros países, en especial sudamericanos. Como sabréis, aquí en España hay mucha gente de Sudamérica, que vienen a buscar trabajo, o porque en su país están mal o por cualquier otro motivo. Y hay algo que me duele en el alma, y es que muchos españoles les desprecian, ya sea porque los pobres se rebajan a hacer el trabajo que nosotros no estamos dispuestos a hacer, o por sus costumbres, su acento o cualquier otra cosa. Les tratan como a inferiores, y en algunos casos creen que los países de los que provienen son inferiores a España, tanto en cultura como en economía. Y esto no es cierto. Que un mexicano, un argentino, o un colombiano, tenga otras costumbres distintas a las españolas, no quiere decir que sea menos culto o económicamente menos dependiente. Sí es verdad que en algunos casos algunas personas que vienen de esos países suelen ser pobres, pero en España también hay pobres, como en todos los países, no hay que generalizar. Y respecto a la cultura, dejadme que os diga que es casi del revés. Yo conozco mucha gente de Centroamérica y Sudamérica, y tengo el placer de tener amigos allí. Toda la gente con la que he hablado de aquellos países, me ha tratado de una forma mucho más educada de lo que haría un español. También he de decir que a mi, por ejemplo, me encanta la lectura, y soy un amante de los libros. Y tengo más amigos latinos amantes de la lectura que españoles. También he hablado muchas veces con ellos sobre temas que tratan en colegios e institutos de allí, y en algunos aspectos están más avanzados que nosotros. Así que eso de que son más "retrasados" que los españoles cultural y económicamente, es falso.
Ahora bien, sé que muchos de vosotros tendréis amigos latinos, o no tenéis problema con tener trato con alguno. Pero también se que en España hay mucha gente que rechaza a estas personas simplemente porque proceden de otros lugares. Es hora de decir basta, ¿no creéis? Poco a poco se va luchando contra la homofobia y el racismo en los colegios, pero hay muchos hispanohablantes en colegios e institutos que son rechazados por los demás alumnos y no se hace nada. Desde aquí solo quiero promover el respeto hacia estas personas, y estrechar lazos con ellas, que al fin y al cabo somos como hermanos. No tratarles como simples inmigrantes, sino tratarles como amigos, personas que vienen aquí a tener una vida normal. Deberíamos ayudarles más, y rechazarles menos. Y también hacer lo mismo con los demás inmigrantes que vienen de cualquier otro país. Al fin y al cabo todos somos personas, todos moriremos algún día seamos de donde seamos. Pero hasta entonces, mejor llevarse bien unos con otros, y luchar juntos para hacer de este, un mundo un poco más justo.