miércoles, 1 de marzo de 2017

Todo el mundo hace caca

Buenos días queridos lectores. Como cada dos miércoles, estoy de vuelta con algo nuevo. Tal vez os sorprenda el título de esta entrada, incluso penséis que hablaré sobre algo absurdo. Pero hay dos razones por las que he decidido llamar así a esta publicación. La primera era para llamar la atención básicamente, y la segunda y más importante es porque resume perfectamente todo de lo que hablaré a continuación.
Como ya sabemos, la sociedad ha sido injusta desde siempre. La población era estamental, y cada estamento tenía leyes y derechos distintos, quedándose así los estamentos ricos con más poder y derecho que los pobres. Hoy día no estamos divididos por estamentos, supuestsmente, pues la desigualdad sigue vigente en prácticamente todo el planeta. Sin ir más lejos, en mi país, España, se han dado varios casos en los que un ciudadano o ciudadana de a pie ha recibido mayor condena por cometer un delito menor que gente pudiente que ha cometido delitos de fraude fiscal mayores. Y lo siento, pero esto es real, desgraciadamente la justicia es ciega. Ahora bien, ¿por qué "todo el mundo hace caca" es una buena frase para resumir esta entrada? Pues bien, es muy sencillo. Me he imaginado una situación por la que pase todo el mundo y en la que se sientan vulnerables. Y no he encontrado un ejemplo mejor que el de ir al baño. Es una situación incómoda pero biológicamente necesaria para cualquiera. Es el único modo que se me ha ocurrido de comparar a cualquier persona del mundo en igualdad de condiciones. Si es verdad que no es lo mismo tener que ir al baño cuando vives en la calle a cuando vives en un palacio, pero es igual de asqueroso. Sé que esto no anima a nadie, que la sociedad es igual de injusta (a no ser que las clases bajas nos levantemos de una vez y luchemos unidos y unidas por una igualdad y una justicia dignas. No pretendo crear una revolución, pero hemos aguantado tantos siglos a la sombra de una sociedad tan injusta y desigual que me sorprende que no haya levantamientos a diario por ello.), pero el simple hecho de imaginarte al propio rey de tu país, o presidenta de tu gobierno, en un retrete, expulsando algo asqueroso y maloliente de su cuerpo, hace que veas a esa persona como un ser humano más, y no como una figura de autoridad con más derechos y libertades que tú. Por último, sé que esta entrada es poco relevante, pero cada vez que os sintáis inferiores a alguien, simplemente imaginaos a esa persona con la peor de las diarreas. Es muy asqueroso, cierto, pero ese es problema suyo, el dinero no impedirá que la naturaleza siga su, a veces, asqueroso curso.

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