Buenos días queridas lectoras y
lectores. Hoy voy a hablaros de un tema que me parece muy importante, sobre
todo para estudiantes de educación secundaria, y sus respectivas familias. Con
educación secundaria nos referimos, principalmente en España, a los cuatro
cursos de la ESO y los dos de Bachillerato o bien ciclo formativo de grado
medio. Si el sistema no ha cambiado mucho, al empezar cuarto de la ESO (es
decir, teniendo una edad aproximada entre 15 y 17 años) la población
estudiantil se verá obligada a tomar una decisión que a veces puede resultar
difícil a esa edad. Deberán elegir asignaturas acordes a sus gustos o su visión
de futuro, es decir, lo que se conoce como “ciencias o letras”. Dentro de esta
generalización podemos encontrar diferentes ramas, como ciencias de la salud,
ciencias tecnológicas, ciencias sociales, humanidades y artes, entre otras.
Ahora bien, esta decisión muchas veces
está condicionada por las madres y padres de los estudiantes. Varios estudios
socioculturales han demostrado que en España se tiende a infravalorar las ramas
educativas de humanidades y artes, ensalzando así las ciencias de la salud y
ciencias tecnológicas. También hay que tener en cuenta aquellas familias en las
que se pretende crear una reproducción social, es decir, que los hijos estudien
las mismas cosas que los padres. Si tu madre es abogada, seguramente te incite
a estudiar derecho, aunque esto no ocurra siempre. Si además tenemos en cuenta
la temprana edad a la que estos estudiantes se ven obligados a tomar decisiones
complicadas de cara al futuro, podemos intuir que estarán más expuestos a una
posible influencia familiar, dejándose aconsejar, en algunos casos incluso
extorsionar, por sus progenitores.
Seguramente habréis oído varias veces
frases como “si estudias esto serás un muerto de hambre” o “este tipo de
estudios no tienen muchas salidas laborales”. Es aquí donde reside la razón por
la que he decidido hablar de esto. Soy consciente de que el sistema educativo
no es muy bueno, y que nos hace elegir cosas que seguramente en ese momento no
tenemos muy claras. Pero hay mucha gente que, incluso teniendo las ideas
claras, se ve obligada a estudiar cosas que no le gustan, simplemente por el
hecho de que a su familia le parece “mejor”, y no ve futuro en sus ambiciones.
Espero que en este momento algún padre o madre esté leyendo esto, porque este
mensaje va dirigido para ti. Puedes aconsejar a tus hijos sobre los estudios,
exponerles ideas u opciones, pero jamás permitas que tus “visiones de futuro”
destrocen sus sueños. Si tu hija quiere ser abogada, o tu hijo trompetista, si
quieren estudiar bellas artes, o filosofía, apóyales. Tal vez con el tiempo
cambien de opinión, o tal vez no. Pero si alguna vez cometen un error respecto
a su futuro, que nunca sea por no haberles dejado intentarlo.
Y a vosotras y vosotros, estudiantes,
espero que seáis y os sintáis siempre libres de poder elegir vuestros estudios,
o de simplemente elegir trabajar porque los estudios no son lo vuestro. Pero
que nadie os impida jamás adueñaros de vuestro propio futuro.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Los padres siempre te dicen que quieren lo mejor para sus hijos, pero si ese hijo no quiere eso? Mejor dejarlo libre, haciendo el bien.
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