viernes, 24 de abril de 2015

100 Días

Hola gente, disculpad que no haya estado muy activo últimamente, intentaré escribir más.
Bueno, hoy quería hablar de un tema personal. Os preguntaréis qué es eso de los 100 días, pues bien, resulta que hoy hace 100 días que mis brazos y muñecas están limpios, es decir, sin cortes. No fue fácil dejarlo la verdad. Porque veréis, aquellos que nunca hayan estado en este tipo de situaciones y lo vean dese fuera pensarán que la gente que se autolesiona es tonta, que no tiene uso de razón, que no solucionan nada haciéndolo... En fin, que en parte es cierto, pero la gente que se autolesiona muchas veces no es consciente de lo que hace, simplemente descargan su ira y frustración contra ellos mismos. También tengo que decir que conozco gente que si que lo hacen por llamar la atención, porque, seamos sinceros, alguien que se autolesiona de verdad porque tiene un problema, lo último que quiere es que lo sepa todo el mundo. Y hay gente que no solo se corta sino que sube fotografías de ello a las redes sociales y lo van diciendo por ahí. Pero a lo que íbamos, que la gente que se autolesiona a veces no es consciente del daño que se hacen, y no solo a si mismos sino también a sus seres queridos. Aquí quería yo llegar, pues fue por ello por lo que decidí no volver a hacerlo. En el fondo a mi no me causaba ningún daño, escocía un poco a veces, pero nada del otro mundo. Incluso alguna vez me relajaba ver la sangre recorrer mi brazo, pero bueno, fue una época mala en la que no estaba pasando mi mejor momento. En realidad lo dejé de hacer por mi madre. Un día hablando con ella me vio el brazo sin darme cuenta, y bueno, se puso a llorar y decirme que no lo hiciera más. Aunque en realidad lo volví a hacer varias veces, pero fue el 14 de enero, que me pasó una cosa horrorosa. Mientras me estaba cortando me di cuenta de que por mucho que me doliera el brazo, por mucho que me escociera, lo que más me dolía era que mis seres queridos estuviesen mal por mi. Así que me deshice de la cuchilla, me curé las heridas y dije "hasta aquí."
Y bueno, pues hasta ahí fue, porque a partir de ese día no he recaído ni una sola vez, ni volveré a hacerlo, porque hablar del tema me transmite la sensación de que lo he superado. Ahora sólo lo recuerdo como cicatrices del pasado que no volverán a abrirse.

2 comentarios:

  1. Algún día yo podre parar, pero el problema que yo tengo es que yo no tengo a nadie que me apolle o este a mi lado cuando lo necesito. (╯︵╰,)

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  2. Abel, no sabía nada (miento, mientras leía tu blog desde el principio, sí que veía algo), pero en esta entrada tan importante sólo quiero decirte que me alegro de que pararas a tiempo, que seas el chico alegre y dicharachero que eres ahora, y que si te llego a conocer en esa época, ten por seguro que me presento en tu casa y te doy de collejas hasta que se me durmiera la mano para luego darte un enorme y fuerte abrazo, abrazo de esos que transmiten que estoy (estamos) contigo en todo, en lo bueno y en lo malo, y que si te encuentras mal, en vez de coger una cuchilla, coge mejor el teléfono y nos llamas. A cualquiera de todos tus amigos. Porque para eso están (estamos): para apoyarte.

    Un abrazo enorme ;)

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