Buenos días queridas
lectoras y lectores. Tenía pensado hablar de la importancia de las elecciones
europeas, pero estos días está en boca de todo el mundo uno de los temas que
más controversia causa en el panorama actual, las donaciones del
multimillonario Amancio Ortega. Una de las razones principales por las que
decidí hablar de este tema (además de ser de actualidad) es porque casualmente
hace unos meses tuve que hacer un trabajo sobre Inditex para la universidad, y
me documenté bastante en su momento. Con lo cuál mi opinión no va a ser
estrictamente subjetiva, sino que me basaré en datos y noticias reales para
argumentar mi postura.
Como ya sabréis, Amancio Ortega
es un empresario español conocido por fundar el grupo Inditex, del que forman
parte las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka,
Oysho, Uterqüe, Stradivarius y Lefties. Pero no siempre fue así. En el año 1963
abre su propio negocio en A Coruña, un pequeño taller que confecciona vestidos.
El negocio tiene éxito, y en los años siguientes funda Zara, hasta crear el
grupo Inditex en 1985. La empresa va creciendo, creando nuevas marcas y expandiéndose,
hasta llegar a tener 7.490 tiendas en 96 países en la actualidad. Crear el
negocio textil más amplio y exitoso del mundo no ha sido nada fácil. Pero
¿hasta qué punto está todo permitido?
Hablemos de cifras. Durante
el ejercicio de 2017 Inditex obtuvo unos beneficios de 3.368 millones de euros,
algo que no sorprende teniendo en cuenta que su fundador es la persona más rica
de España y la quinta del mundo, cuyo patrimonio asciende a la friolera cifra
de 77.600 millones de euros. Una fortuna difícil de conseguir desde cero, pero
él lo consiguió, ¿cómo? Quizá eso no guste tanto. Vamos con las cifras que más
duelen, aquellas de las que nadie quiere oír hablar. Para que os hagáis una
idea, en España hay actualmente algo más de 6.500 empleados de Inditex, siendo
el noveno país con más empleados de la empresa. El primero no es ninguna
sorpresa, Bangladés, con 387.000 trabajadores. Por cada trabajador de Inditex
en España, hay 59 en Bangladés. A este le siguen China, Turquía, India,
Marruecos, Brasil… Algo que no es casualidad. Y es que estos países son líderes
en precariedad laboral y condiciones de trabajo lamentables, con un poder
sindical limitado y escaso. Entre los años 2011 y 2013 la empresa fue acusada
de esclavización y trabajos forzosos, además de trabajo infantil, en fábricas
de Brasil, India y Argentina, entre otros. Inditex aseguró que pondría medidas
contra los proveedores que no cumplían su código de conducta. Pero en 2013 se
vio implicada, junto con otras multinacionales, en una masacre acaecida en
Bangladés, donde un edificio de un taller en mal estado se derrumbó, matando a
más de mil personas, y dejando más de dos mil heridos. En él trabajaban miles
de personas fabricando prendas para empresas como Inditex, a las que habían avisado
con anterioridad de las pésimas condiciones del lugar de trabajo, pero jamás
fue revisado ni reparado. Por si esto fuera poco, en 2016 la BBC descubrió que
en Turquía varias fábricas empleaban irregularmente a inmigrantes sirios que
trabajaban en condiciones infrahumanas para algunas multinacionales, entre las
que se encontraba Inditex.
Pero esto no acaba aquí, en
el año 2016 la empresa fue acusad de evadir 585 millones de euros en impuestos,
práctica que no es ilegal pero sí socialmente inaceptable. La empresa desvía
gran parte de sus beneficios a Holanda, Irlanda y Suiza, haciendo perder a la
Agencia Tributaria española al menos 218 millones de euros. El grupo Inditex se
ha excusado en que esta práctica es totalmente legal, sin embargo, varios
grupos políticos de la eurocámara han acusado a la empresa y piden que se
ilegalice este tipo de actos que solo consiguen incrementar la evasión de
impuestos de las grandes empresas.
Después de esta breve
explicación sobre la situación de la empresa, hablemos de las donaciones.
Durante los últimos años, la fundación que lleva por nombre el del creador de
esta controversial empresa, ha donado millones de euros a la sanidad pública
española. Actos que han sido alabados y criticados a partes iguales. Desde
luego ha supuesto una ayuda importante para la sanidad, entonces, ¿por qué se
critica? Os voy a poner un ejemplo sencillo. Vais a pedir un préstamo para una
hipoteca, y por vuestra situación os corresponde pagar un 5% de intereses. El
banquero os dice “tenéis que pagar un 15% de intereses, pero podemos hacer unos
arreglos y dejarlo en un 10%”. Vosotros salís contentos del banco porque habéis
conseguido un 5% inferior de interés, cuando en realidad vais a pagar un 5%
más. Amancio Ortega, como hombre inteligente que es, ha conseguido “evadir”
millones de euros en impuestos que irían destinados a fines muy similares a los
que van sus donaciones, con la diferencia de que estas últimas desgravan, y más
si son grandes cantidades, y encima quedar bien de cara a aquellos ciudadanos
que ignoran esta situación. Por si esto no convence vuestra respetable opinión
de “esas donaciones ayudan mucho”, recordad que esa fortuna está manchada con
la sangre de los trabajadores que murieron a consecuencia de las lamentables
condiciones en las que trabajaban para la empresa, de niños y esclavos que ganan
una miseria cosiendo pantalones. Y aquí quiero recalcar algo que mencioné
antes, de vital importancia, el código de conducta de Inditex. Este código
(obviamente me lo leí para hacer el trabajo) sugiere que CUALQUIER problema que
ocurra en cualquier lugar de la cadena desde el diseño de las prendas hasta su venta
en tienda, es responsabilidad íntegra de la empresa, y es consciente plenamente
de TODO lo que ocurre en todas sus fábricas en cualquier país del mundo. Esto
la hace responsable directa de la inmensa precariedad laboral de miles de sus
trabajadores, y de las muertes del accidente del Rana Plaza.
Resumiendo, tenemos a un
empresario multimillonario que dona “generosamente” una parte de los millones
de euros que se ahorra en trabajos dignos y evasión fiscal “legal”, para
blanquear su imagen y hacer felices a quienes ven necesarias estas donaciones.
Sin embargo, si el señor Ortega hiciese las cosas bien, la Agencia Tributaria obtendría
más o menos las mismas cifras que la fundación dona, que podrían servir
perfectamente para invertir en investigación contra enfermedades, entre otras
muchas cosas. Además, los más de 1,2 millones de trabajadores de Inditex en
todo el mundo, podrían gozar de un buen trabajo y una vida digna, por lo que el
empresario se ahorraría también las multas millonarias que ha tenido que pagar
los últimos años por trabajo esclavo. ¿A caso el quinto hombre más rico del
mundo no tiene dinero suficiente para contratar decentemente a sus
trabajadores?
Por tanto, dejemos de
llamar filántropo a un hombre que lo único que hace es quitar dinero de un
sitio para dejarlo en otro, no donar el dinero que haya ganado honradamente. Sé
que mucha gente que me lee está a favor de este tipo de donaciones, respeto y
entiendo vuestra opinión. Pero sed conscientes de que, si con esas donaciones
se salvan vidas, es porque para conseguirlas se han quitado otras. Gracias por
vuestra atención.
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