domingo, 27 de abril de 2014

Mi historia

Hoy, por fin, voy a contar algo que llevaba mucho tiempo pensando contar, pero no estaba seguro de hacerlo. Lo que probablemente me haya dado el empujón para contarlo creo que ha sido ver en las redes sociales que mucha gente lo pasa fatal y sufre mucho. Este es, sin duda, el tema más delicado del que he hablado hasta el momento, con lo cuál, intentaré ser lo más respetuoso posible. Voy a contar algo de lo que no me siento nada orgulloso, pero que forma parte de mi pasado, y por lo tanto de mi vida.

Todo esto empezó hará cosa de dos años. En aquella época mi forma de ver las cosas era totalmente distinta a la de ahora. Era muy pesimista y estaba todo el día triste y enfadado. Además me sentía muy solo, apenas tenía buenos amigos, y el ser gay y que no lo supiera nadie también me aterrorizaba. Nadie me entendía, y yo no sabía que hacer. Apenas hablaba, no contaba mis problemas, no me relacionaba con nadie. Me quería morir. Un día ya no aguantaba más, e hice algo de lo que no me siento nada orgulloso, intenté suicidarme. Pero antes de hacerme más daño del que ya me había hecho, recapacité y decidí seguir con vida. Empecé a pensar que si tenía gente que me quería, como mi familia. Las semanas siguientes pensé que ya se había terminado, que quizá solo había sido un arrebato, pero no fue así. No paraba de pensar en el suicidio, y cada vez que se aproximaba un problema, por pequeño que fuese, tenía ganas de morir. Pasé así meses, viendo a la muerte constantemente. Cada vez que veía una ventana pensaba en tirarme por ella, cada vez que veía un cuchillo pensaba en cortarme las venas, cada vez que veía una cuerda pensaba en ahogarme con ella. Así que hace un año, fui a hablar con la orientadora del instituto, y me ayudó mucho. Conseguí de pensar tanto en la muerte, y a valorar más lo que tenía. Cuando acabó el curso pensé que ya lo había superado. Pero a finales de julio estallé, y empecé a pensar constantemente en suicidarme. Así que un día no aguanté más y le dije a mi madre que quería ir al psicólogo. Desde entonces voy a una psicóloga que me ha ayudado muchísimo. Ahora si que veo la vida de otra manera. Y, aunque a veces se me presente un problema, ya no intento esquivarlo con la muerte, si no que me enfrento a él. Todavía voy a la psicóloga, aunque con menos frecuencia que antes, y gracias a ella he aprendido a valorar mi vida.

Bueno, ya os he contado un resumen de mi historia, y ahora voy a dar un consejo a todas aquellas personas que lo estén pasando muy mal. Solo recordaros, que a pesar de todos los problemas y obstáculos que nos ponga la vida, debéis saber que solo se vive una vez. Y que no importa lo negro que esté el camino, o las veces que fracases en tus intentos por conseguir algo, porque SIEMPRE hay algo por lo que vale la pena vivir, aunque es verdad que en los momentos de tristeza no somos capaces de encontrar nada positivo por lo que valga la pena luchar, pero os lo aseguro, SIEMPRE hay algo que nos hace levantarnos cada mañana, algo que hace que no nos derrumbemos y sigamos adelante. Pues ahora os pido que dejéis de sufrir y que luchéis por ese algo, porque la muerte nos espera a todos, pero no le vamos a entregar nuestras almas tan fácilmente. Luchad por un mañana, luchad por un futuro, pero sobre todo, luchad para vivir.

lunes, 21 de abril de 2014

Los niños de hoy, el futuro de mañana


Hola, se que llevo unos días sin publicar nada, lo siento. Es que entre exámenes, trabajos y demás cosas no he tenido mucho tiempo. Bueno, hoy voy a hablar un poco de cómo podríamos educar a los niños de hoy para que en un futuro no cometan los mismos errores que han cometido las anteriores generaciones. Lo primero y esencial que deben aprender los niños es a respetar a los demás. Yo durante estos años, he visto a algunos niños de padres despreocupados, faltando al respeto a la gente por que sí. Y yo me pregunto ¿a esos padres no les da vergüenza que la gente sepa que no saben cómo narices educar a un niño? A los niños, desde muy pequeños, se les tiene que enseñar a respetar a los demás, independientemente de sus gustos, aficiones, creencias, color de piel... Si a todos los niños nos hubieran educado así, no existirían "enfermedades" como el racismo, la homofobia, la xenofobia... Así que yo desde aquí animo a todas aquellas personas que tienen hijos pequeños, a que les enseñen que no hay que rechazar a alguien por ser distinto, que aquello que nos distingue es lo que nos hace únicos.
Una vez que se les ha enseñado a respetar, el resto corre de su cuenta. Empezarán a tener que tomar sus propias decisiones, cada vez más complicadas, y deberían tener a alguien a su lado para que les ayude a tomarlas y poder así ser una buena persona e intentar cambiar el mundo a mejor
Como siempre, esto no es más que mi humilde opinión, cada uno tiene la suya y yo las respeto.
PD: antes de empezar a educar a un niño, hay que saber si los padres están bien educados, porque si no, no vamos a ninguna parte.


sábado, 12 de abril de 2014

La iglesia

En fin, después de varios días viendo comentarios obscenos de gente que es creyente a gente atea, se me ha ocurrido que tal vez pueda escribir algo a ver si todos se dan cuenta, y entienden que su actitud hace que la humanidad retroceda cada vez más.
Bueno, en primer lugar, que sepan que aunque yo soy ateo, respeto todas las religiones y a todos aquellos que creen en ellas.
Ahora bien, ¿por qué aquellos que creen en Dios no respetan a los demás? Están empeñados en que todo el mundo debe creer en Dios. Cada uno es libre de tener sus propias creencias ¿no?
Y otra cosa, ¿por qué rechazan tanto a los homosexuales? Es que, sinceramente, no lo entiendo. Prefieren tener a monjas que robaban niños y a curas que abusan de menores, antes que a homosexuales que lo único que hacen es AMAR a otra persona de su mismo sexo. Se supone que Dios ama a todos sus hijos por igual, y vosotros nos dais a entender que prefiere gente que hace cosas horribles a gente que el único daño que hace es AMAR.
No se los demás, pero yo ya estoy un poco harto. Se supone que las religiones tienen una creencia, y que deberían respetar las demás creencias, y sin embargo los creyentes son los primeros en discriminar a los demás que no son como ellos. Y encima luego pretenden que haya paz mundial y todo eso.
Por favor, recapaciten un poco y entiendan que, da igual ser cristiano, que judío, que budista.... al fin y al cabo todos somos seres humanos. Si todos nos uniéramos, a pesar de nuestras creencias, podríamos construir un mundo mejor.

lunes, 7 de abril de 2014

Un mundo, mi mundo


Hoy he tenido un día de esos en los que estás continuamente pensando cosas y cosas, y de pensar tantas cosas me estuve imaginando cómo sería el mundo donde me gustaría vivir.

En mi mundo existiría un sentimiento nuevo, un sentimiento que pocos en el mundo actual poseen, respeto.
En mi mundo todos podrían pertenecer a la religión que quisieran, o no pertenecer a ninguna, y todos respetarían las demás religiones, aunque no estén de acuerdo con ellas.
En mi mundo no habría distinciones políticas, todos los políticos lucharían juntos por los derechos de los ciudadanos.
En mi mundo no habría diferencias entre las orientaciones sexuales, al fin y al cabo, todas consisten en amar a otra persona.
En mi mundo los ricos se darían cuenta de que siempre se puede vivir con menos dinero del que tienes.
En mi mundo la gente importante no robaría dinero, lo usaría todo para un bien común.
En mi mundo el dinero que sobrase no se invertiría en construir edificios inservibles por muy bonitos que sean, se invertiría en ayudar a aquellas personas que no tuvieran recursos para sobrevivir.
En mi mundo el físico no sería un problema, al fin y al cabo, lo que somos realmente lo llevamos dentro.
En mi mundo no se juzgaría a una persona por su aspecto, eso es algo que define nuestros gustos no nuestros actos.
En mi mundo no habría diferencias entre hombres y mujeres, todos tendrían los mismo derechos.
En mi mundo los científicos dejarían de construir armas químicas, para empezar a investigar enfermedades y poder combatirlas.
En mi mundo se conservaría la naturaleza, porque aunque la gente no le de mucha importancia, nosotros somos invitados en este planeta, no deberíamos destruirlo.
En mi mundo no se destruiría nada, no se mataría nada, solo se construiría felicidad.

Este es mi mundo, ayúdame a hacerlo realidad.

sábado, 5 de abril de 2014

Tragedia familiar

Buscando en el baúl de los recuerdos, me he encontrado con una redacción que hice el año pasado. A ver qué os parece. 
TRAGEDIA FAMILIAR
Esa tarde me encontraba mal. No podía aguantar ni un día más. Ya estaba harto de que me dijeran lo que tenía o no tenía que hacer, así que hice las maletas y me fui. No quería saber nada de mi familia, sobretodo de mi padre. Sí, mi padre; aquel señor al que llamaba "papá" no era más que un impostor, un extraño para mi. 
Estaba camino de la estación de tren, cuando de repente me acordé. "¡Mi hermana estaba en peligro!" Así que tiré las maletas y me fui corriendo a salvarla. Ya me temía lo peor. Tenía miedo de no volver a verla, de que estuviera muerta.
Por fin llegué a casa, pero no había nadie. Estaba desconcertado, no daba crédito a lo que veía. Había sangre en el suelo de la cocina y una nota encima de la mesa. La nota decía: La voy a matar. De repente sonó el teléfono y yo, asustado, lo cogí:
-¿Quién es?
-Soy yo, tu hermana. ayúdame por favor. Estoy herida y él me persigue.
-No te preocupes, ¿dónde estás?
.No lo sé, estoy en un pinar, cerca de la carretera, no muy lejos de casa.
-Voy a buscarte, no te muevas de allí. 
No me lo podía creer. Aquel señor al que llamábamos papá, aquel señor que nos leía un cuento cuando éramos pequeños, aquel señor que nos llevaba a comer al campo los domingos , iba a matar a su propia hija. La psiquiatra nos advirtió de que esto podía pasar, que lo teníamos que llevar a una clínica. Pero pensábamos que eso no sucedería nunca, hasta hoy. No tardé ni un segundo en salir a buscarla. Estaba oscuro y las farolas a penas iluminaban la carretera. Yo seguía un rastro de sangre. Más adelante me adentré en el pinar y empecé a buscarla. Oí un grito, y después vi un coche marchar a toda pastilla. Por fin la encontré. La dije que no pasaba nada, que se pondría bien. Pero era demasiado tarde, ya estaba muerta.

Abel Vergara González  3º ESO

miércoles, 2 de abril de 2014

Para Marlen

Ahora, si me lo permitís, quiero dedicarle unas palabras a la que sin duda es una de las personas más maravillosas que conozco, mi amiga Marlen.

Eres, sin lugar a dudas, un ejemplo a seguir. Respetas a todo el mundo, quieres a todos los que te rodean, ayudas a tus amigos cuando tienen algún problema, nunca te das por vencida, te levantas por las mañanas y nos dedicas a todos la mejor de tus sonrisas... 
Muchas veces me acuerdo de la niña tan risueña y alegre que eras de pequeña, y ahora cada vez que te miro a los ojos, te veo y pienso que esa niña no se ha ido, que sigue en ti y nos acompaña a todos. Puede que esa niña halla crecido y se halla hecho mayor, pero no ha cambiado en absoluto.
Sé que durante estos últimos años has tenido varios problemas, y que, como has podido comprobar, no has estado sola. Porque, la impresión que causas a la gente es tal, que cualquiera que te conozca te quiere y te apoya. Y encima de pasarlo tan mal como lo has pasado, no has dejado de sonreír en ningún momento, y eso es una de las cosas que más admiro de ti.
Gracias Marlen, por ser como eres, por ayudarme tanto como lo has hecho, por seguir luchando y por ser tan buena persona. Y sobre todo, gracias por enseñarnos a todos, que a pesar de todo, siempre hay algo por lo que luchar y seguir adelante. 
No cambies nunca, te quiero.

La comida

Bueno, pues esta vez me han pedido que hable sobre la importancia de comer bien y sobre la gente con problemas de peso. Bien, antes de nada quiero decir que este tema es muy delicado y que tendré mucho cuidado a la hora de hablar de ello.
Pues bien, desde siempre nos han dicho, y deberíamos saber, que comer sano y equilibrado es muy importante. Sé que a cada uno nos dicen una cosa distinta: que si come mucho de esto y poco de lo otro, que si el azúcar es malo, que si hay que comer cinco piezas de fruta al día... En fin, yo creo que lo más adecuado sería comer un poquito de todo, a no ser que tengas alguna enfermedad o alergia a algún alimento. Es decir, hay que comer fruta, verdura, legumbres, carne, pescado, dulces... Pero con moderación, un poquito de cada cosa, aunque hay alimentos que deberían comerse con un poco más de abundancia que otros. También beber los dos litros de agua al día es muy bueno, pero dos litros a lo largo del día, no dos litros a la hora de comer y luego ya nada. Bueno, pues yo creo que cualquier persona que haga esto, a no ser que tenga alguna enfermedad o algo por el estilo, podrá tener una alimentación sana.



Ahora viene lo más complicado, hablar sobre los problemas de peso. No me gusta hablar de este tema porque muchas personas sufren a diario a causa de estos problemas, así que solo daré mi opinión. Si alguien que lea esto se siente molesto o algo, que me lo haga saber y lo rectifico.
Mucha gente no se siente a gusto con su cuerpo. La mayoría de esas personas, en un principio, no tienen un problema de peso tan grande como creen. Esas personas lo que tienen es un problema psicológico que puede deberse a múltiples razones. La principal, y se podría decir la peor, es por culpa de personas que hacen creer a alguien que tiene un problema de peso cuando alguien no se siente a gusto con su cuerpo. Entonces esa persona llega a creer que tiene un problema de peso que no existe, e intentará cambiar su aspecto hasta el punto de llegar a tener un grave problema de peso, contrario al que creía tener anteriormente.
Personalmente, pienso que la gente que se mete con alguien por su aspecto físico, o que se mete con alguien por cualquier cosa, es porque están intentando huir de sus problemas, e intentan que los demás se sientan mal para ellos hacerse creer a sí mismos que están mejor que los demás. Sinceramente, en cualquier otra ocasión me pondría a insultarles y a llamarles de todo, pero ahora me doy cuenta de que no vale la pena. Espero que esa gente algún día se de cuenta de que causando problemas a los demás no se solucionan los suyos.
Por eso, y sé que estoy no es nada fácil, quiero que todos aquellos que tengáis algún tipo de problema, no os dejéis menospreciar por alguien que, al fin y al cabo, no es más que una persona que no tiene vuestro afecto.