Ahora, si me lo permitís, quiero dedicarle unas palabras a la que sin duda es una de las personas más maravillosas que conozco, mi amiga Marlen.
Eres, sin lugar a dudas, un ejemplo a seguir. Respetas a todo el mundo, quieres a todos los que te rodean, ayudas a tus amigos cuando tienen algún problema, nunca te das por vencida, te levantas por las mañanas y nos dedicas a todos la mejor de tus sonrisas...
Muchas veces me acuerdo de la niña tan risueña y alegre que eras de pequeña, y ahora cada vez que te miro a los ojos, te veo y pienso que esa niña no se ha ido, que sigue en ti y nos acompaña a todos. Puede que esa niña halla crecido y se halla hecho mayor, pero no ha cambiado en absoluto.
Sé que durante estos últimos años has tenido varios problemas, y que, como has podido comprobar, no has estado sola. Porque, la impresión que causas a la gente es tal, que cualquiera que te conozca te quiere y te apoya. Y encima de pasarlo tan mal como lo has pasado, no has dejado de sonreír en ningún momento, y eso es una de las cosas que más admiro de ti.
Gracias Marlen, por ser como eres, por ayudarme tanto como lo has hecho, por seguir luchando y por ser tan buena persona. Y sobre todo, gracias por enseñarnos a todos, que a pesar de todo, siempre hay algo por lo que luchar y seguir adelante.
No cambies nunca, te quiero.
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